Cuidar de nuestra tiroides es esencial para mantener un metabolismo saludable. Aunque pueda sorprender, el consumo de sal es parte de esta ecuación, pero no de la manera que muchos piensan. La Organización Mundial de la Salud recomienda limitar el sodio a menos de 2 gramos al día, lo que equivale a menos de 5 gramos de sal, o aproximadamente una cucharadita.

La tiroides requiere yodo para funcionar correctamente. Si abrimos nuestras alacenas, probablemente encontraremos sal yodada, un producto que se ha vuelto fundamental para prevenir problemas tiroidales. En países de Latinoamérica, la deficiencia de yodo es una de las principales causas de hipotiroidismo.

Además de la sal yodada, existen otras fuentes de yodo en nuestra dieta, como las algas y los mariscos. Sin embargo, es importante recordar que la sal de mar común no contiene yodo, por lo que es esencial prestar atención a las etiquetas al elegir la sal que consumimos.

El ser humano necesita aproximadamente 200 microgramos de yodo al día. Este requerimiento varía durante el embarazo, donde se recomienda un consumo de 220 microgramos, y en periodo de lactancia, donde puede aumentar hasta 290 microgramos. Mantener estos niveles adecuados es vital para la salud tanto de la madre como del bebé.

Cuidar nuestra salud implica estar conscientes de lo que consumimos. La sal yodada es un aliado importante en la lucha contra las deficiencias nutricionales que pueden afectar la tiroides. Si deseas profundizar en el tema, te invitamos a ver nuestro video donde explicamos más sobre la tiroides y su función en el cuerpo humano.