Nunca deberías comer hielo de la nevera. Aunque puede sonar inofensivo, hay razones sorprendentes por las cuales deberías evitarlo. A menudo, nos encontramos con situaciones en las que simplemente se nos antoja algo frío, pero es crucial entender los riesgos detrás de consumir hielo producido en casa.

El deseo irrefrenable de comer alimentos no nutritivos se conoce como trastorno pica. Las personas que sufren de esta afección a menudo sienten una atracción por sustancias extrañas, como tierra, tiza, o incluso hielo. Este comportamiento puede llevar a consecuencias serias para la salud, especialmente si se ingieren elementos contaminados.

Uno de los mayores peligros del hielo de la nevera es la contaminación que puede ocurrir al preparar o almacenar alimentos. Por ejemplo, cuando guardamos carne cruda o pescado, es posible que los jugos de estos productos se filtren y contaminen el hielo. Esto puede dar lugar a la proliferación de bacterias dañinas, como salmonelas y E.coli.

Consumir hielo contaminado puede no solo ser peligroso, sino que también puede ocasionar enfermedades gastrointestinales severas. Los síntomas incluyen vómitos, diarrea y fiebre, que pueden aparecer pocas horas después de haber ingerido el hielo contaminado.

Si te gusta la sensación de comer algo frío, considera otras alternativas más saludables. Por ejemplo, hacer cubitos de hielo con zumos de frutas naturales o infusiones puede proporcionar una opción refrescante sin los riesgos asociados. Recuerda que la salud debe ser siempre tu prioridad.

Existen riesgos potencialmente peligrosos y, además, el hábito puede estar relacionado con el trastorno pica, que plantea sus propios desafíos de salud. Prioriza siempre una alimentación saludable y segura, evitando consumir sustancias que puedan comprometer tu bienestar.